2 jul 2017

Vulture / El Buitre (Adrian Toomes).


Historia.

Adrian Toomes era un gran ingeniero electrónico, que en compañía de otro socio llamado Gregory Bestman fundó la empresa B+T Electronics. Gregory se encargaba de la parte administrativo-comercial y Toomes de la investigación. Tiempo después, Adrian trabajaba sobre un modelo de arnés electromagnético, que permitiera el vuelo a su portador, cuando se presentó en el despacho de su socio para comentarle el éxito de sus investigaciones y éste no se hallaba allí. 

Aprovechando la ausencia, Abe revisó los papeles, y descubrió con gran sorpresa que Bestman le había estado estafando con los beneficios de la empresa. Cuando Gregory apareció, Toomes lleno de rabia lo zarandeó e incluso lo levantó en el aire, hecho que desconcertó a ambos debido a la edad y constitución de Adrian. 

Estupefacto por su fuerza se marchó, ocasión que utilizó Bestman para expulsarlo de la empresa, ya que debido a la inocencia de Toomes, había firmado unas cláusulas en las que dejaba todo a Gregory en el momento de la constitución de la sociedad. Adrian reunió todos sus ahorros y se retiró a un silo abandonado en Staten Island, aunque no dejó de trabajar en su arnés y logró construir un modelo portátil con alas que le capacitaba para volar, amén de darle una fuerza y agilidad enormes. 

Sin Toomes, la empresa no funcionaba y Bestman se vio obligado a cerrar y subastar el material. Sin embargo, cuando Adrian se enteró, planeó su venganza y decidió ir a la planta a destruir todo y de este modo arruinar a su ex-socio. Entró también en el despacho con la intención de obtener documentación y poderla utilizar como prueba en contra de Gregory, pero en vez de eso, tomó el dinero de la caja fuerte y huyó. Toomes se percató de la facilidad con la que había llevado a cabo todo y ahí empezó su carrera criminal. Con su fuerza y capacidad de huida, nada parecía resistírsele.

Con su aspecto físico y las alas, Toomes asemejaba a un Buitre, y así se dio a conocer. El Buitre hizo aparición en NY con pequeños robos gracias a su ágil y sigiloso vuelo {ASM 2}. Pero esto parece que sólo le servía de entrenamiento y, seguro de sus facultades, decidió dar un golpe más grande, uno que asombrara a toda la opinión pública. Adrian vio su gran oportunidad cuando se enteró de que una joyería de Park Avenue iba a trasladar un millón de dólares en joyas a una nueva sucursal al otro lado de la ciudad. 

Para dar más emoción, y de este modo alimentar su ego, distribuyó unas notas avisando a la editorial de Jonah Jameson, a una emisora de radio, y al jefe de la policía. Pero justo cuando regresaba a su cubil, se percató de que Spiderman le estaba espiando (en realidad, simplemente le estaba haciendo fotos para luego venderlas a Jameson). 

El Buitre cogió a Spiderman desprevenido y le noqueó fácilmente. Llegado el día del traslado, y con policía llenando las calles y los cielos con helicópteros, el Buitre ataca por donde menos se le espera, por las alcantarillas, y se hace con el botín. Tras una larga persecución, Spiderman logró darle alcance y detenerlo, gracias a un ingenio de su invención, un inversor antimagnético que logró bloquear su arnés.

Durante su estancia en prisión, se ganó la confianza del alcaide, y así pudo construir un mecanismo volador que, aunque rudimentario, le permitió escapar. En el inevitable encuentro posterior con Spiderman tras el atraco a una joyería, el trepamuros se vio sorprendido, ya que el Buitre había modificado el mecanismo de su traje (amén de prescindir de su cola) y el inversor antimagnético que dio resultado antes, ahora no servía, y el cabeza de red acabó con el brazo lastimado. 


El siguiente objetivo de Toomes fue el Daily Bugle, al que se dirigió para robar el dinero destinado a las nóminas de los empleados. Allí le hizo frente Spiderman, que aun teniendo el brazo derecho en cabestrillo, logró detenerlo de nuevo.

Toomes, como siempre, fue previsor, y gracias a un par de alas preprogramadas, que acudieron en su búsqueda cuando estaba en el patio de la cárcel, pudo fugarse. Spiderman fue a su encuentro en cuanto lo supo y, durante una pequeña refriega, el Buitre escapó, no sin antes lanzarle un nuevo desafío: robaría un acelerador atómico experimental que transportaba el ejército y que pasaba por la ciudad al día siguiente. 

Pese a que Spiderman advirtió a los militares, no le hicieron caso, y cuando él mismo se presentó en el convoy, fue capturado por los hombres del General Ross. Toomes aprovecho la distracción de los centinelas para robar el acelerador, pero Spiderman se liberó y con gran destreza logró desbaratar los planes del Buitre, devolviendo el ingenio al ejército.

El Buitre fue miembro fundador de un grupo de villanos conocido como Los seis siniestros (junto a Octopus, Kraven, Hombre de Arena, Misterio y Electro) y en su primera reunión estratégica abogó por el ataque simultáneo a Spiderman. Sin embargo, se decidió hacerlo de manera individualizada y en orden. 

Toomes fue el penúltimo en enfrentarse al trepamuros, al que retó a que luchara sin los lanzarredes que le permitieron el triunfo en su anterior contienda. Pese a que Spiderman accedió y luchó sin ellos, consiguió derrotar al alado villano, y tras vencer también a Octopus, desarticuló al grupo.

De nuevo, Toomes escapó de prisión, esta vez con ayuda imprevista. Unos falsos guardias, con unos falsos documentos, lo sacaron con la excusa de un traslado. Sin embargo, todo era una operación tramada por el Amo del Crimen para que, a cambio de su libertad, el Buitre acabara con un serio competidor para su imperio criminal, que no era otro que Kingpin. 

De camino a su misión, Adrian se encontró con un joven, Jason Ionello, en la azotea de un edificio con claras intenciones suicidas, ya que se culpaba por la muerte de una amiga. En un hecho sin precedentes, Toomes le aconsejó que hiciera como él, y que si no tenía nada por lo que vivir, que buscara algo contra lo que vivir, así resurgiría más fuerte todavía. Como Spiderman estuvo involucrado en la muerte, Jason aceptó vivir contra el trepamuros. Más tarde, el Buitre estuvo a punto de llevar a cabo su cometido, pero fue de nuevo Spiderman quien se lo impidió. 

Durante una dura pelea por evitar la muerte de Kingpin, el cabeza de red le espetó que si era eso en lo que había soñado convertirse de joven, en un asesino. Estas palabras, sorprendentemente, impresionaron a Adrian. Consternado, reconoció que nunca lo había imaginado y, moralmente hundido, se entregó a la policía, ante el asombro de todos.

Recluido en la penitenciaría municipal, Toomes sufrió un grave accidente, el cual, según los servicios médicos, le llevaba irrefrenablemente a la muerte en cuestión de horas. Casi como última voluntad, Adrian pidió ver a su compañero de celda en privado y así revelarle el escondite de un par de alas extra del Buitre, y de este modo Blackie Drago (así se llamaba el compañero) podría ser el heredero del villano y acabar una tarea pendiente: matar a Spiderman. 

Cuando Abe le informó del secreto, Blackie soltó una gran carcajada: él había preparado el accidente sólo para que Adrian le confesara el paradero del equipo en el lecho de muerte. Drago escapó de prisión y se transformó en un inédito Buitre, aunque fue derrotado por Spiderman y encarcelado de nuevo. Toomes, herido en su orgullo y lleno de ira, sacó fuerzas y se restableció con rapidez, aprovechó la confusión creada por la evasión de Drago y se fugó de la cárcel. 

Lo primero que hizo fue buscar las alas que utilizó el traidor (exhibidas en un museo) y cuando las tuvo en su poder, lo fue a buscar a prisión y juntos huyeron. Los dos con los equipos de Buitre. Blackie, ingenuo, creyó que Toomes quería hacer pareja delictiva; sin embargo, lo que realmente quería era demostrar al mundo que sólo él era el auténtico Buitre. 


De este modo, se sumergieron en una dura pelea, y justo cuando Adrian había derrotado a Drago, apareció Spiderman. El Buitre estaba crecido, y vio la posibilidad de acabar el mismo día con su mayor y más odiado enemigo. No obstante, y pese a que Spiderman tenía de nuevo un brazo dañado e incluso llegó a ser sujetado en la azotea del Bugle por Jameson, el trepamuros logró dañar la unidad energética del traje del Buitre, provocando su retirada.

Toomes se estableció en una tienda de reparaciones que le servía de tapadera mientras realizaba mejoras en su arnés, cuando recibió la visita de un mafioso de Harlem que quería extender su poder a todo Manhattan y le propuso que se uniera a él. Toomes, contrariado, reaccionó violentamente, y se lo llevó dejándolo colgado de una farola, de donde tuvo que ser bajado, entre bromas, por la policía. 

Lo único que le interesaba al Buitre era vengarse de su archienemigo Spiderman. Morgan juró que eso no iba a quedar así. El Buitre comenzó a capturar rehenes, a razón de uno cada quince minutos, que depositaba en la azotea de un edificio. Y lo iba a seguir haciendo si Spiderman no daba la cara y se enfrentaba a él. Cuando el cabeza de red irrumpió, se zambulleron en una pelea a través de varios edificios, dando tiempo a la policía para rescatar a los secuestrados. 

Spiderman intentó destrozar con sus manos, de nuevo, el generador, pero el Buitre lo tenía todo planeado y el trepamuros recibió una fuerte descarga que lo dejó semi-inconsciente. Justo cuando Toomes iba a acabar con él, apareció un hombre fuertemente armado y arrojando granadas. Se trataba de Hitman, contratado por Morgan por el desagravio del Buitre. Y su misión consistía en frustrar la venganza de éste con Spiderman. Sería él quien trataría de matar al arácnido, privando del "privilegio" a Toomes. El Buitre se abalanzó sobre Hitman, lo suficiente para que fallara el tiro dirigido a Spiderman, y dando tiempo a éste para recuperarse. 

Tras una escaramuza entre los tres, Hitman logró poner fuera de combate a Adrian, que tuvo que huir para restablecerse. A su vez, este nuevo personaje se fugó habiendo aprendido más sobre sus rivales, con la esperanza de aprovecharse de ello en un futuro. Además, logró colocar unos rastreadores a ambos para tenerlos localizados. Una vez que la señal de Spiderman permaneció fija en un mismo emplazamiento, Hitman provocó a Toomes con unos disparos, que hizo que le persiguiera hasta donde se encontraba el cabeza de red, para que viera cómo acababa con él. 

Sin embargo, las cosas no salieron tal y como planeó, ya que en un disparo dirigido a Spiderman, éste tuvo la habilidad de colocar al Buitre en la trayectoria de la bala, para que hiciera blanco justo en el generador electromagnético, lo que dejó anulado al alado villano. Por consiguiente, Hitman no podría completar su misión, ya que Toomes no podría ver como mataba a Spiderman, y huyó.

De nuevo, un episodio trágico afectó a Adrian. Su sobrino, Malachai Toomes, entregó su vida al interponerse en un disparo dirigido a su tío durante unas luchas cuyo origen era el control del hampa.

Toomes, hundido moralmente y con pocas ganas de vivir, fue conducido al hospital Bellevue en Manhattan para realizar allí unos ejercicios de rehabilitación y después ingresar en prisión. Dado su aspecto y su edad, las medidas de seguridad eran mínimas, y nadie lo vigilaba. 

En el gimnasio del hospital conoció a Nathan Lubensky, quien con una breve charla le infundió ánimos y le alentó a disfrutar de la vida. Henchido de motivación, Adrian esperó a que Nathan se fuera para fabricarse unas nuevas alas con los componentes electromagnéticos del gimnasio y así escapar. 

De nuevo inició una serie de robos sin que nadie pareciera poder detenerlo y, en una hábil muestra de ingenio, se refugiaba en una habitación del Restwell Nursing Home, una residencia pública en la que los ancianos se recuperaban y convivían, y donde Toomes pasaba completamente desapercibido. En ese lugar también se encontraba su nuevo amigo Nathan y su pareja, May Parker. Fue el sobrino de ésta, Peter, durante una visita, quien identificó al Buitre. 


Cuando Adrian iba a deshacerse del joven, sin que nadie se enterase, apareció Spiderman y se envolvieron en una pelea por todo el edificio. El Buitre tomó un rehén y amenazó con matarlo, pero cuando se percató de que ese rehén era Nathan, rápidamente lo dejó y logró escapar. Toomes fue incapaz de dañar al hombre que lo había ayudado.

Adrian se retiró al sudoeste de los Estados Unidos, en una pequeña ciudad llena de jubilados. Cuando leyó en el periódico que Bestman había refundado su empresa y realizaba una exposición de alta tecnología en NY, lleno de ira, viajó hacia la gran manzana y se presentó en el Coliseo, el salón de exposiciones, para vengarse de su ex-socio. Mientras lo buscaba, el Buitre iba destruyendo toda la exposición, causando el pánico entre los asistentes. 

En seguida apareció Spiderman, que trató en vano de detenerlo. Toomes destruyó todo y logró secuestrar a Bestman, aunque el trepamuros logró adherirle un rastreador arácnido. Fue gracias a ese dispositivo por lo que el cabeza de red descubrió el silo donde el Buitre tenía su guarida y a Bestman con él. Mientras Toomes torturaba a Bestman recordándole el daño que le había hecho con la malversación de los beneficios de su antigua empresa, Spiderman había conectado un walkie-talkie de la policía, que escuchó toda la conversación. 

Cuando Toomes se percató de su presencia, huyó con Bestman y lo arrojó al vacío para matarlo, cosa que impidió la telaraña de Spiderman, y fue éste el que finalmente arrancó las alas del Buitre y lo entregó a Teniente Keating, quien también iba a investigar a Bestman, considerando lo que había podido escuchar.

Durante su vuelta a presidio, Toomes mantuvo cierta relación con un camello de poca monta, conocido como Honcho. Éste último se las arregló para que Adrian le revelara parte de sus diseños de El Buitre, confiando en que apenas entendería nada. Sin embargo, una vez que alcanzó la libertad, fabricó unos trajes muy similares y junto con otros tres hampones formó la banda de Los Buitres, quienes se dedicaron al robo por toda la ciudad. Herido en su orgullo, 

Toomes escapó de la cárcel, dispuesto a demostrar que nadie podía igualar su habilidad y destreza, y se enfrentó a la banda. El Buitre los venció sin demasiados problemas, pero Spiderman apareció en el último momento e impidió que acabara con ellos, aunque el grupo quedó disuelto.

Atlantic City. Sin embargo, el precio era exagerado y el propietario se burló de él. La suma era cuantiosa porque Adrian planeaba poder tener un entierro digno llegado el día, e incluso ser embalsamado o disecado y ser expuesto para admiración de todos. Deshonrado, Toomes se introdujo en uno de los locales de juego y comenzó a destrozarlo. 

Casualmente, Peter Parker había ido acompañando a su tía en una excursión de jubilados y, como Spiderman, se enfrentó al Buitre. Justo cuando la pelea parecía decantarse del lado del villano, apareció El Duende, que tenía el local bajo su protección, y puso en fuga a Toomes. Sorprendentemente, El Duende, con Spiderman a su merced, lo dejó escapar para atender unos asuntos importantes en NY.


Adrian no desistió en su intento de vender el fraudulento ingenio, y lo intentó con Morris "Serpiente" Diamond, un mafioso poseedor de casinos en Las Vegas. Del mismo modo que en Atlantic City, Toomes fue objeto de burla, e incluso este hombre le robo de su habitación los diarios con la información sobre los dados. 

Por supuesto, la venganza sería horrible. Toomes estaba desarrollando una fórmula momificadora para su propio cuerpo que lo dejaría inerte pero indestructible, y podría así alcanzar la gloria para la posteridad. Esta misma fórmula quiso probarla con "Serpiente" en vida y así desquitarse; destruyó un avión en el que viajaba hacia NY y lo condujo a una cueva en medio del desierto. 

Sin embargo, Peter Parker viajaba en el avión de regreso a NY tras promocionar su libro "Telarañas" y, de nuevo como Spiderman, se enfrentó al Buitre. Durante la pelea inyectó al arácnido el suero momificador, pero fue detenido por la azafata del vuelo, quien en realidad era una espía que iba tras la pista de "Serpiente", y obligó a Toomes a proporcionar un antídoto a Spiderman.

Pocas veces el Buitre se había enfrentado con otro que no fuera Spiderman. Una vez lo hizo con Daredevil: mientras Toomes hacía honor a su apodo e intentaba robar las pertenencias, unas joyas, de la tumba Heather Glenn, Matt Murdock, novio de la difunta, iba a visitarla y lo encontró allí. 

Rápidamente, y como Daredevil, se enfrentó al Buitre en una pelea salvaje que acabó con el diablo rojo herido y la huida de Toomes. Más tarde, el Buitre buscó venganza y acabó siendo derrotado por DD. En otra ocasión, durante la operación a la que se sumaron algunos villanos, los Actos de Venganza, el Buitre se enfrentó con Rusty Collins y Desliza, de los Nuevos Mutantes, al tratar de liberar al peligroso Nitro.

Posteriormente, El Buitre fue contratado por Kingpin para asesinar a Richard Trask, ya que éste se había negado a formar parte, con sus casinos de Atlantic City, de la organización mafiosa. El homicidio se iba a perpetrar durante la botadura del yate del empresario pero, como siempre, Spiderman apareció para impedirlo. 

Durante la pelea, Toomes trató huir con un rehén, que no era otra que May Parker, que había acudido como espectadora al evento (aunque este dato era desconocido para Abe). Sin embargo, el acompañante de la anciana, Nathan Lubensky, trató de impedirlo y se prendió de la espalda de El Buitre, que levantó el vuelo. Asustado, Nathan se soltó y sufrió un infarto cardíaco de la impresión al precipitarse al vacío, muriendo por ello. Afortunadamente para Toomes, apareció una nave voladora que le rescató del trepamuros. 


Esa nave estaba pilotada por el Doctor Octopus. Octavius había logrado reunir de nuevo a Los Seis Siniestros (el Duende en lugar de Kraven, Misterio, Hombre de Arena, Electro, Buitre y él mismo). Esta vez el plan era hacerse con el control del un satélite de próximo lanzamiento que, modificado convenientemente, lanzaría a la atmósfera un veneno que mataría a todo el mundo si no accedían a convertir a estos villanos en sus gobernantes. 

Al Buitre, junto con el Hombre de Arena, le fue encomendada la misión de conseguir una unidad anfibia experimental del ejército, que serviría para alcanzar los objetivos. Pese a que Spiderman trató de impedirlo, lograron hacerse con el vehículo. A esto se sumó el éxito de Misterio y el Duende, que consiguieron un elemento químico que aseguraría la inmunidad del grupo para con el veneno.

El Buitre y el Duende encabezaron el ataque a la base de lanzamiento del satélite, que estaba repleta de público, entre ellos Spiderman. Tras una encarnizada lucha, el grupo logró introducir el mecanismo liberador del veneno en la nave. Sin embargo, algo pareció salir mal, ya que el Duende aplicó una pequeña dosis del tóxico al trepamuros sin ningún resultado. 

Fue entonces cuando se dieron cuenta de que habían sido utilizados por Octopus, y que la sustancia no era otra cosa si no un antagonista de la cocaína, que liberaba de su adicción a todos los usuarios de esta droga. No obstante, tenía un efecto secundario consistente en tremendas convulsiones, cuyo único antídoto era la burundita (el elemento que les había hecho creer que era el antídoto al veneno). 

Con la cantidad de personas poderosas enganchadas a la droga, Octopus podría obtener innumerables beneficios proporcionándoles la neutralizadora burundita. Diezmados en fuerzas y en efectivos (el Hombre de Arena se había echado atrás en el último momento), los villanos tuvieron que huir de Otto y de las autoridades, jurando venganza. 

Pero la materia que iba a ser liberada en la atmósfera tenía otro efecto que Octopus pasó por alto: destruiría la capa de ozono. Afortunadamente, Spiderman logró arrebatar a un sorprendido Octavius la burundita para anular la acción de la sustancia.

Tiempo después, Toomes se unió al resto de Los seis siniestros, Electro, Misterio, El Duende y el Hombre de Arena, para vengarse de Octopus (aunque Flint Marko tuviera motivos distintos que los demás). Cuando el grupo iba a ajustarle las cuentas a Ock, apareció Spiderman, avisado por el Hombre de Arena, y Hulk, enviado por El Panteón. 


Con unos brazos mecánicos nuevos de adamantium, Octopus se deshizo con facilidad del trepamuros y del gigante esmeralda, además de cristalizar de nuevo al Hombre de Arena, lo que convenció al resto de villanos para unirse a él en sus nuevos planes. 

Para su realización, antes deberían conseguir una gran cantidad de armamento de otra dimensión y, tras un nuevo enfrentamiento con Spiderman y Solo, se dispusieron a ello. Pese a todo, Toomes tenía sus reservas con respecto a Octopus, si ya les había traicionado una vez, lo podía volver a hacer, aunque sin embargo todos le siguieron. Así, tras causar una auténtica matanza entre los habitantes de una dimensión sin determinar, el grupo volvió con multitud de armas y robots de guerra, lo cual les hacía prácticamente imparables. 

Su objetivo, establecido por Octopus, sería hacerse con el control de un cuartel de Hydra, desde donde controlaban todos sus satélites espías capaces de acabar con el planeta. Atraídos por la batalla desatada en la base secreta de la organización, allí se presentó un nutrido grupo de héroes, entre los que destacan Spiderman, 4F, Hulk y Motorista Fantasma. 

Pese a que los Seis Siniestros (sin contar al Hombre de Arena, que estaba del lado de los buenos) también trajeron a Gog de otra dimensión para reforzarles, los aliados de Spiderman resultaron triunfantes. El Buitre, junto con El Duende, consiguió huir.

Paradojas del destino, lo que había hecho casi invencible al Buitre, su arnés electromagnético, parecía que iba a convertirse en lo que le iba a conducir a su fin: el campo que generaba le produjo un cáncer con feroces metástasis. Consciente de este hecho, se propuso morir dejando vengadas cada una de las afrentas de las que fue objeto en el pasado. 

De este modo, fue matando a diversas personas: Frankie Fillmore, quien lo delató en una ocasión a la policía, y su ex-socio Gregory Bestman, a quien rompió el cuello tras secuestrarlo de nuevo. Sin embargo, dos cuestiones fundamentales le quedaban pendientes: el perdón de May Parker por la muerte de Nathan Lubensky y el exterminio de su odiado Spiderman. 

Tras un encuentro casual con Spiderman, se produjo la primera escaramuza, en la que quedó de manifiesto el gran poder del Buitre, que había subido los niveles de su arnés a unos niveles altísimos, ya no tenía nada que perder. Sin embargo, estaba más interesado en resolver primero el asunto de Mrs. Parker, y se presentó en su domicilio. 

Allí, le explicó que la muerte de Lubensky había sido un terrible accidente, de hecho, Toomes no se percató de que lo había matado hasta que lo leyó en los diarios, no sabía que era él. Avergonzado, imploró su perdón y se encontró con una sonora bofetada de la anciana, al mismo tiempo que le echaba de su casa. 

Este sorprendente resultado no dejó satisfecho a Toomes, que volvió tiempo después y se encontró con el sobrino de Mrs. Parker, Peter, quien le hizo frente, aunque conteniéndose para no descubrir su identidad secreta. El Buitre confesó a Peter que de no ser familia de la anciana, lo habría matado y fue entonces cuando May irrumpió en escena portando una revolver que previamente había abandonado Adrian. 

Toomes reconoció que se había equivocado volviendo y, al oír las sirenas de la policía, huyó con Peter como rehén. Una vez en el silo que tantas veces le sirvió como refugio, le volvió a explicar al muchacho lo apesadumbrado que se encontraba por la muerte de Nathan, sin embargo, cualquier duda sobre las buenas intenciones de Toomes quedaron disipadas para Peter cuando vislumbró el cadáver de Bestman entre las sombras. Lleno de ira, se arrojó por la ventana, sin que un sorprendido (y preocupado de veras por la suerte del chico) Toomes, pudiera hacer nada. 


En ese momento, apareció Spiderman, quien dijo haber puesto a salvo al muchacho y que había sido un juego de niños localizar el clásico escondite del Buitre, ya que era conocido. El Buitre vio entonces su gran oportunidad para acabar con Spiderman, y se zambulleron en una pelea en la que el Buitre ascendió a los cielos tanto como pudo para matar al trepamuros, pero su generador estalló en llamas y el cabeza de red lo entregó a la policía, no sin antes pasar de nuevo por casa de May Parker, la cual, lejos de perdonarle, le deseó una muerte larga y llena de dolor. 

Sin embargo, May iría al calabozo donde estaba recluido Toomes pasados unos días y, aunque estaba avergonzada de sus palabras y no quería malgastar su vida odiándolo, no podía perdonarlo, era algo que quedaba entre él y Dios.

Era cuestión de tiempo que el Buitre escapara de prisión, y así fue. Esto sucedió cuando Toomes leyó unos artículos acerca de los trabajos de investigación de la Dra. Benita Sánchez, que estaba desarrollando una máquina llamada Juvenator que invertía el envejecimiento renovando la estructura celular y eliminando las enfermedades, tomando la energía vital de una fuente y transmitiéndola a otra. Este aparato experimental permitiría a Adrian vivir para siempre. 

Cuando se presentó en el laboratorio de la científica, se entabló una pelea con Spiderman, quien estaba allí como Peter Parker. Fue durante el combate cuando el Buitre lo vio claro y tomó, gracias al artefacto de la Dra. Sánchez, la energía vital de Spiderman, dando como resultado un Toomes pletórico y rejuvenecido físicamente y un Spiderman anciano y débil. Con rapidez, el Buitre se trasladó a un antiguo escondite, donde había desarrollado un nuevo traje con un nuevo generador que no provocaba cáncer, como su antiguo equipo. Sin embargo, el proceso del Juvenator no era definitivo y, tras una dolorosa transformación, tanto el Buitre como Spiderman recuperarían su status anterior. 

Oportunista como pocos, el Camaleón también estaba siguiendo los avances de la Dra. Sánchez, y ofreció una alianza al Buitre. A cambio de ayuda para hacerse con el control del hampa de New York, el Camaleón le proporcionaría un ser de vida artificial que le serviría como fuente de energía vital para alimentarse gracias al Juvenator. De este modo, ambos robaron dicho aparato y lo trasladaron a la guarida del Camaleón, adonde llegarían los dos humanoides creados por el villano, que no eran otros que Richard y Mary Parker, aquellos a quienes Peter Parker creía sus padres, y que iban a revelar la identidad secreta de Spiderman a su hacedor. 

Sin embargo, el trepamuros había colocado un rastreador a un sorprendido Buitre e irrumpió en escena para proteger su secreto. Richard, controlado por el Camaleón, se transformó en una auténtico monstruo para matar a Spiderman, pero Mary alteró la misión para la que estaba programada y protegió a Spiderman, acabando con la vida de Richard. 


Mientras el Camaleón huía, el Buitre aprovechó la confusión, y con el Juvenator tomó la vida de Mary Parker, que murió casi al instante. Sin embargo el aparato, todavía en fase experimental, no dio los resultados previstos y, aunque el Buitre volvía a ser joven, se quedó en estado catatónico, fruto de la mezcla de energía vital y artificial.

Ya recuperado, El Buitre fue contactado por El Búho, quien estaba pasando por una fase crítica, dudando por donde conducir su vida; si seguir por el mal camino o redimirse. El propósito de esta relación era el interés común de ambos por borrar su pasado. El Buitre había sustraído de un laboratorio del ejército un virus químico letal, el cual inocularían, a todo aquel que les conociera antes, mediante un insólito vector de transmisión: las garras de auténticos buitres. 

No obstante, El Búho titubeó y huyó, inseguro todavía de lo que hacer. En su huida, se encontró con Daredevil y Spiderman, pero un buitre de Toomes le seguía e infectó a Spiderman con el virus. Owlsley volvió a la guarida del Buitre, y éste le confesó que ya había empezado a borrar su pasado sin su permiso: había transmitido el virus a un antiguo colaborador suyo, Paul Greyson. 

Sin embargo, Toomes le dio al Búho la oportunidad de decidir y le entregó el antídoto, aunque finalmente no lo utilizó y lo dejó morir. Daredevil y Spiderman encontraron el escondite de ambos, acuciados por una cura para el trepamuros. El diablo rojo acabó rápidamente con El Buitre, mientras que el cabeza de red contuvo a las aves. 

Sin embargo, El Búho logró escapar, no sin antes eliminar a un buitre evadido y arrojar a las manos de Spiderman el antídoto. De este modo saldó su deuda con los dos héroes por haberle concedido una oportunidad. El trepamuros se salvó realmente por las ganas de vivir que tenía, ya que, realmente, el antídoto del maléfico Buitre no era otra cosa que un placebo.

Tras la muerte del Dr. Octopus a manos de Kaine, el primo de Otto reunió a lo que quedaba de los seis siniestros, esto es, Electro, Misterio, El Duende y el rejuvenecido Buitre. Fue durante el trayecto a la reunión cuando Toomes tuvo su primer encuentro con la Araña Escarlata, quien logró encontrar la guarida de los villanos gracias a un rastreador colocado a Adrian en su enfrentamiento. 

El propósito de este conclave era planear la recuperación del material confiscado de Octavius, localizado en una base secreta. Sin embargo, los cuatro fueron derrotados en aquella base por un Spiderman que había logrado el control de los brazos mecánicos de Octopus. Más tarde se demostró que detrás de toda la operación se hallaba Misterio, que quería un disco con información valiosa sobre el mundo del hampa.

Tiempo después, El Buitre volvió a formar parte de otro grupo, heredero de Los seis siniestros. Eran Los siete siniestros (Duende, Escarabajo, Misterio, Conmocionador, Escarabajo, Escorpia y el propio Buitre). Reunidos por El Duende, la misión era eliminar a Kaine antes que él hiciera lo mismo con ellos, vista la trayectoria que el misterioso personaje llevaba. 


Sin embargo, Toomes no estaba muy por la labor y tuvo un durísimo enfrentamiento con el Duende, pero al final entró en razón y se unió a la captura. Una vez que localizaron al "asesino de villanos", Toomes demostró su valía llegando a salvar la vida al Duende, sin embargo poco más pudo hacer, ya que fue rápidamente reducido por la Araña Escarlata (en ese momento identidad adoptada por Peter Parker) que apareció en escena para salvar a Kaine (y también a los Siete Siniestros de él).

El estado rejuvenecido de Toomes le siguió dando problemas, y volvió súbitamente a su estado anciano anterior. A través de un mecanismo de su arnés, pudo absorber la energía vital de algunas personas, civiles en su totalidad, lo que le permitía seguir joven, pero trató de buscar una solución más permanente y robó unos componentes en una empresa electrónica. Sin embargo, se cruzó en su camino de nuevo la Araña Escarlata (esta vez volvía a ser Ben Reilly) y desbarató sus planes.

Toomes intentó volver a hacerse con el mando de su antigua empresa, Bestman Electronics, pero El Merodeador se lo impidió. Juró venganza y no paró hasta que estuvo preparado y regresó para acabar con él. Sin embargo, el Merodeador al que atacó no era Hobie Brown, si no otra persona que había sustraído su traje aprovechando una convalecencia de éste en el hospital, para poder hacerse rico robando aprovechando las cualidades del disfraz. 

Pero eso poco le importaba al Buitre, y consiguió averiguar el domicilio de este nuevo villano. Spiderman también iba tras la pista de este ladrón, para devolver el traje a su legítimo dueño, y también apareció allí, aunque no pudo impedir que Toomes le hiciera graves heridas al usurpador. Mientras el cabeza de red lo trasladaba al hospital, El Buitre logró huir. 

Rabioso, su próximo paso sería matar a Spiderman, para con esto lograr acabar con todo aquel que conociera su anterior etapa como anciano, y de este modo hacer "borrón y cuenta nueva", según sus propias palabras. Casualmente, cuando atacó al trepamuros, éste se hallaba asistiendo a la desaparición y muerte de DK, un monstruo surgido de un accidente que pudría todo lo que tocaba. Este ser, en deuda con Spiderman, logró en un último acto contener al Buitre, quien en contacto con él volvió a su vejez. Y esta vez parecía que de una manera definitiva.

Gracias a una hábil abogada, que logró convencer la juez de que el anciano (de nuevo) Toomes poco tenía que ver con la persona que cometió los delitos por los que estaba encarcelado, dado su estado anciano y débil, Adrian quedó de nuevo en libertad. Sus ansias de venganza de Spiderman no estaban ni mucho menos olvidadas, y otra vez se convirtió en El Buitre. 

Sin embargo, Spiderman parecía haber sido eliminado por un nuevo superhéroe llamado Hornet (que no era otro si no el cabeza de red, evitando con esta personalidad ser objeto de los cazarrecompensas que buscaban el dinero del premio establecido por Norman Osborn por su captura). Este hecho desencadenó la ira del Buitre, que consideraba a Spiderman como su exclusivo objeto de venganza, y decidió por ello acabar con este nuevo personaje. 


El Buitre atacó a Hornet en pleno de una conferencia de prensa en la que Norman le agradecía los servicios prestados a la ciudad en su lucha contra el crimen. Durante el enfrentamiento, Toomes reconoció rápidamente a Spiderman por su cháchara, y así lo gritó a los cuatro vientos. Sin embargo, fue derrotado de nuevo. Los que lo oyeron lo tomaron como falsas acusaciones típicas de los villanos, aunque Norman sí que lo creyó, lo que provocó que Peter Parker abandonara esa personalidad.

De nuevo, lo que quedaba de Los seis siniestros (Kraven, Misterio, Buitre, Electro, Hombre de Arena} se reunieron reclutados esta vez por un Hombre de Arena que había vuelto a ser villano. El objetivo era acabar con Octopus y su protegido, el senador Ward. La historia se volvía a repetir, y Spiderman se vio involucrado en la lucha, a la que se unió Veneno, como sexto miembro del grupo, interesado únicamente en el trepamuros. 

Durante la refriega, se produjo la manifestación de un virus alienígena latente en el senador, cuya misión era contagiar y dominar a la humanidad. Los seis siniestros, y Toomes con ellos, se retiraron sabedores de que poco podían hacer ante semejante amenaza, que finalmente fue abolida.

Otro gran golpe del Buitre consistió en el robo de valiosas joyas aprovechando el caos y la confusión que proporcionaba unos apagones de varias manzanas en NY. El propio Toomes era el responsable de ellos, mediante un compuesto que al contacto con la corriente eléctrica se inflamaba, de modo que vertido en los cables adecuados inutilizaba los circuitos. Adrian fue a la búsqueda de un valioso collar de zafiro en un domicilio, pero al no encontrarlo raptó a la hija de los dueños para canjearla por la joya, bajo amenaza de matarla. 

No obstante, y pese a que la familia le hizo entrega posteriormente de la alhaja, Toomes dijo entonces que sólo la devolvería cuando estuviera fuera de la ciudad, a salvo. En su huida se encontró con Spiderman, quien consiguió utilizar la sustancia inflamable contra el propio Buitre, que cayó al río con su arnés electromagnético en llamas. Afortunadamente, el cabeza de red localizó a la niña y la entregó a las autoridades.

Reaparecería cuando Peter estaba buscando a su tía May, que había sido secuestrada por alguien hasta ese momento desconocido. Parker acudió donde el Búho para obtener información del paradero de su tía, y éste le dijo que Electro y el Buitre estaban detrás del secuestro. Spidey los encontró en un burdel, Electro le hizo frente, mientras Toomes huyó para ponerse sus alas las cuales no traía consigo, además este llevaba un maletín con dinero y en el afán de que no escapase, 

Spiderman le arrebató el maletín cayendo todo el dinero en el barrio en el que se encontraban. Ambos villanos estaban furiosos, aún más Electro que le hizo frente de un manera espectacular, la lucha dejó como resultado a ambos seriamente heridos mientras Peter era llevado al hospital a Electro no se lo encontró. Allí apareció el Buitre como todo un carroñero para vengarse por el dinero perdido, 


Peter estaba indefenso en el hospital semiconsciente y el Buitre lo secuestró, voló por encima de la ciudad recriminándole la pérdida del dinero, y le confiesó que los diez millones que le tocaban era para salvar la vida de un nieto que tenía leucemia, le contó que su nuera lo había visitado en la cárcel y presentado al niño, lo visitaron hasta que salió de ella y que una vez afuera siguió viéndolos todas las semanas y se enteraron luego de la enfermedad por eso necesitaba el dinero, le quitó la mascará, contempló quien era su peor enemigo, a quien describió como un "Don nadie" y lo soltó, 

Spiderman caía precipitadamente hacia el pavimento sin que ninguno de sus músculos reaccionara para salvar su vida. El Trepamuros no hubiera sobrevivido de no ser por la intervención de su antigua amante la Gata Negra quién lo salva de la caída. 

El Buitre se lanzó sobre Felicia furioso por no haber podido liquidar a Spidey, en la lucha la Gata astutamente comienzó a rasgar el traje del Buitre, dañando su sistema de navegación y estrellándolo contra los edificios, así indefenso terminó dándole una paliza, además le confiesó que ella los andaba buscando ya que el Búho la había contratado para recuperar el dinero que él y Electro le habían robado. 

El Buitre despertó en el Barrio de los Mataderos, Manhattan, donde Felicia lo había entregado al Búho que pensaba dar un escarmiento a Toomes y a Dillon por querer robarles sus veinte millones de dólares.

Recientemente se le vió en Nueva York, junto al Segador y el Trampero que son encontrados sometidos y golpeados en un edificio por la polícia. Parece que el Capitán América los detuvo, y es que aun siendo clandestino es un héroe, en los acontecimientos de la Guerra Civil entre héroes.


Poderes y habilidades.

Aunque el Buitre tenga apariencia senil, con nariz aguileña, gracias a su arnés, es capaz de levantar más de 300 Kg. y tiene otro arnés electromagnético sobre sus hombros bajo el traje, lo que le confiere un aspecto jorobado. Añadido a las alas de su traje y a su aspecto físico, se asemeja mucho a un buitre.

El buitre es capaz de volar de forma sigilosa con una autonomía de 6 horas, a una altitud máxima de 335 m. y a un máximo de 152 Km/h con gran destreza. Su traje funciona a modo de arnés que aumenta sus habilidades, proporcionándole una mayor fuerza y agilidad, lo que hace que sea capaz de derribar a cualquier enemigo con un golpe de sus alas que en ocasiones actúan como auténticas cuchillas. Estas cualidades físicas permanecen durante unos minutos después de despojarse del arnés. Si es necesario, utiliza granadas, pistolas de plasma o incluso misiles, siendo más proclive a su uso en su época rejuvenecida.


Creado por Steve Ditko/Stan Lee.
Año 1963.

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