Historia.
Hace aproximadamente ocho mil millones de años, tras la creación del mismísimo universo, el Eje Cósmico del universo, Eternidad, la personificación de la vida del universo, e Infinito, la personificación del tiempo, crearon a Eón, una entidad física y sintiente. El motivo de la creación de Eón fue que se convirtiese en la salvaguarda de la preservación de la vida en el universo, observando seres de increíble poder que pudiesen resultar una amenaza para la existencia del universo mismo. Para ello Eón se ha ayudado de seres de todas partes del universo a quienes ha nombrado Protectores del Universo, convirtiéndose en su mentor.
El primero de ellos fue Glakandar, del planeta Estigia, al que Eón cedió las bandas cuánticas (unas armas creadas por Eón en forma de brazalete que permiten a su portador el control de la energía cuántica) y dio el nombre de Starbender. Con el paso del tiempo Eón iría nombrando nuevos protectores del universo, según éstos iban muriendo. Así, seres como el arqueopiano Ree o el trill Tantra fueron protectores del universo.
Tiempo después, cuando apareció la amenaza de Thanos el Titán Eón escogió al kree Capitán Marvel para enfrentarse a esta amenaza. No le dio las bandas cuánticas, al estar estas en posesión del terrestre Marvel Boy, pero sí le proporcionó la consciencia cósmica, una ampliación de sus sentidos que le permitía percibir todo cuanto ocurría en el universo.
Sin embargo Mar-Vell moriría poco después como consecuencia de un cáncer provocado por el gas que le había respirado combatiendo a su enemigo Nitro.
Tras la muerte de Mar-Vell Eón, escogió como protector del universo al terrestre Wendell Vaughn, alias Quasar, el cual ya había obtenido las bandas cuánticas tras la muerte de Marvel Boy. Manifestándose ante él en Urano, donde Quasar buscaba el origen de sus bandas, Eón le nombró Protector del Universo, y le advirtió de que una gran amenaza cósmica se manifestaría pronto en la Tierra y trataría de matarlo.
Para poder asesorar a Quasar además de que este le protegiese, Eón creó un portal en la oficina de Quasar que daba al Eonverso, el ecosistema que formaba el masivo cuerpo de Eón.
Aunque Eón siempre fue un buen guía para Quasar, éste se enfadó con él cuando, ante la muerte de su amigo Gilbert Vaughn (padre de Quasar), Eón lo suplantó por un constructo al que dio la forma de Gilbert, para evitarle daños emocionales.
Durante una pelea contra un enviado de la amenaza cósmica, la Presencia, Quasar tuvo que extraer el corazón de Eón durante unas horas de su cuerpo. En este tiempo Eón estuvo muy debilitado y no pudo mantener la forma de su seudópodo. Al descubrirlo, Quasar se enfureció y tuvo una gran discusión con Eón.
Aprovechando la división, hizo acto de presencia la amenaza cósmica, Maelstrom, que pretendía robar la consciencia cósmica de Eón como primer paso hacia la destrucción del universo. Eón, en un valeroso acto de sacrificio, decidió pedirle a Quasar que le matase para evitar darle más poder a Maelstrom.
Eón guió a Quasar hasta la parte de su cerebro que tenía que destruir y Quasar la destrozó con un rayo cuántico. Eón, en el último momento traspasó su consciencia cósmica a Quasar como había hecho con el Capitán Marvel.
El funeral de Eón fue un gran evento organizado por Fath y la secta de los Plañideros, pero fue interrumpido por Thanos, que provocó que el cuerpo de Eón comenzase a rebosar por los portales estelares, inundando la Tierra de materia muerta procedente de Eón, que, finalmente fue limpiada por los héroes terrestres.
Entre esta materia Quasar encontró la última voluntad de Eón, un huevo del que salió un ser similar a Eón, pero con aspecto femenino y llamado Época, que le transmitió a Quasar un último mensaje de Eón en el que decía a Quasar lo orgulloso que se sentía de él. Con el tiempo, Época heredaría la consciencia cósmica y el puesto de Eón.
Sin embargo, un residuo de la consciencia de Eón, así como de todos los Protectores del Universo permanecen en el Eonverso, en una dimensión de bolsillo llamada La Sala Blanca, donde permanecen conscientes pero inmóviles por toda la eternidad.
Poderes y habilidades.
Además de crear seudópodos para manifestarse Eón podía reanimar cuerpos muertos o crear armas a partir de su cuerpo. Eón poseía la consciencia cósmica, que le permitía saber lo que estaba ocurriendo o podía ocurrir en cualquier parte del universo en cualquier momento. Podía transmitir esa consciencia o fragmentos de ella a cualquier ser vivo. Al ser un ser cósmico, Eón poseia un gran número de habilidades que no pudieron medirse.
Creado por Jim Starling
Año 1973
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